Marinero y Capitán

"La historia de la búsqueda épica de un Marcado por comprender su pasado y sobrevivir en el presente" Parte de las Crónicas Púrpuras de Eberron

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Nombre: Hasfast
Ubicación: Caracas, Dto. Capital, Venezuela

viernes, noviembre 10, 2006

Camino a Q'Barra

Aproximándose ya al final del viaje, y luego de enfrentar algunas dificultades menores con el picado y turbulento Mar Septentrional, "The Concealment" tiene la muy mala suerte de dar casi de frente, y sin previo aviso, con una poderosa fragata perteneciente a los temidos piratas Cloudreavers, cuya crueldad y maledicencia no dejaban descansar a ningún hombre de bien lejos de la costa.

Luego de complicadas maniobras, la tripulación no tiene otra opción que entrar en combate, al lanzarse los filibusteros al abordaje del barco. Son combatientes aguerridos, y tienen potentes cañones, y un arma aún más peligrosa, que acaba horriblemente con la vida del capitán Jack Daniels, cerca de los cuartos en los que se guardaba el raro artefacto esférico que constituía la carga más preciada del barco: una potente explosión, probablemente de orígen mágico, deja parte del alcázar y la estructura de babor en grave estado, y arranca el alma tanto a Jack como a otros de los marineros.

En un acceso de ira, Blackseed el forjado logra voltear el tablón de abordaje, haciendo caer a muchos enemigos, y eliminando la posibilidad de que otros pudiesen cruzar con facilidad. Sin embargo, la lucha está encendida en cubierta, por los varios Reavers que saltaron mediante las cuerdas.

Tareq no puede ver ni una gota de sangre del rival, o participar en ningún momento de la batalla... pues un sólo y certero golpe de un enemigo lo deja inconsciente.

Finalmente, y bajo la dirección del viejo timonel, Hobson, se logran liberar de un destino funesto, al este cambiar el curso del barco hacia una amontonación de vapores y neblinas a estribor.

Los Cloudreavers eran ahora un terrible episodio pasado, pero lo que tienen adelante no es muy prometedor. Habían tenido que modificar mucho el curso, y se encuentran con graves daños, que requieren reparación inmediata, y por ende, un costa en la cual atracar. El antes Primer Oficial, y ahora forzosa y tristemente Capitán de "The Concealment", Endrin Edeer, se ve en una circunstancia arriesgada y penosa, pues no conoce estos mares, y temía un posible motín, al ser un chico de naturaleza un poco paranoica.


Sin embargo, y mostrando una sapiencia y un altruismo inusitados, Hobson, el viejo lobo de mar le indica casi en tono de orden al chico, que se dirija unos grados más a estribor, a fin de fijar el curso hacia una isla que, si bien no aparecía en ningún mapa, él jura que se encontraba exactamente en ese sextante. "Una antigua isla volcánica, Capitán. Confíe en mí, que estoy seguro de que llegaremos" dice el experimentado pero raro anciano, a fin de convencer al joven de adecuarse a su plan.

Endrin tarda muy poco en ser persuadido, y el barco de carga se desvía hacia las raras corrientes y las marismas. De pronto, y como por ensalmo, la niebla se dispersa y se encuentran en un mar abierto, con un cielo despejado, y en el horizonte, una columna de humo, proveniente de una montaña a lo lejos. "¡TIERRA!" se escucha desde lo alto del mástil principal. Todos se arreciman para constatar que, de hecho, se ve una línea oscura cortando el mar. El júbilo se enciende, y luego la actividad se renueva, para alcanzar las costas tan pronto como sea posible.

Luego de atracar, y enviar a un grupo de marineros a cortar madera en las tupidas selvas de la isla, el barco espera las reparaciones pertinentes. Hobson se ofrece como guía en la desconocida tierra, y Tareq lo mantiene vigilado, pues no confía ni un ápice en sus palabras o su comportamiento.

Esperando un momento adecuado, Hobson separa a un grupo de leñadores de otro, y Tareq le da un ultimátum, suponiendo que la idea del engañoso anciano es llevarlos a todos hacia una trampa mortal, y quedarse con alguna cosa que estuviese osculta en esa isla. Ambas suposiciones son correctas, pero no exactas. Hobson anhelaba poder poseer parte de un tesoro escondido en los pasadizos subterráneos del volcán que, según él, había sido recolectado y guardado por su antiguo comandante, el Capitán Seethers, un corsario con visos de pirata. Estos pasadizos son peligrosos, y nadie sabe qué criaturas podrían habitar en los lugares solitarios de una isla desaparecida de todo mapa.

Sin embargo, para obtener ese botín, no podía más que confiar en unos pocos, que fuesen discretos y tuviesen habilidad en el combate y otros menesteres propios a la misión. El tiempo es limitado, pues la embarcación con los troncos debía regresar antes de oscurecer, al "Concealment". Tareq, observando una buena oportunidad para ganar parte del botín, acepta la propuesta, y es acompañado por la mujer-bestia (cuyo nombre, ahora lo sabe, es Ishta), y la misteriosa pero fuerte Elfa Marah.

Luego de una alucinante navegación por la tupida jungla, en la que se encuentran con un horrible edificio, quizá un templo de alguna civilización sanguinaria, y unos hostiles y molestos nativos, por fin dan con la entrada al subterráneo volcánico de la isla.

Recorren cámaras excavadas en la roca, y caminos sinuosos y oscuros, encontrándose con unas extrañas y deformes criaturas con varios brazos, una piel increíblemente resistente (de la cual Tareq arranca algunos pedazos), y un comportamiento ritual y altamente violento.

Después de algunos encuentros no deseados, finalmente alcanzan el candente corazón del volcán, y cruzan un angosto puente luego del cual se ven tres de estas raras bestias adorando a un amorfo ídolo de oro sólido y brillante. Tareq apenas puede reprimir una exclamación de sorpresa y triunfo.

Demostrando una rapidez impresionante, Ishta abre el combate con un fuerte ataque a uno de los seres a un costado de la estatua. Marah y Tareq la siguen y una vez destruida la amenaza, se hacen con una buena parte de las joyas y el oro que pueden mover... así como unos raros y hermosos artefactos, de orígen desconocido.

Una vez de vuelta a la nave, esta se mantiene atracada, hasta que se acaban las reparaciones, y el mar se abre de nuevo para guiarlos por los senderos acordados, hacia las lejanas y libres costas de Q'Barra, en donde por fin podrán descansar, y entregar la enigmática carga que tanto les había costado hasta entonces.

Los litorales rocosos, y las oscuras e inexploradas selvas, así como las vírgenes arenas del Sur, se revelarán como el escenario de la más importante y alucinante aventura del semi-elfo y sus compañeros. Pero eso es parte de historias futuras...

Continuará...

2 Comentarios:

Blogger Luisjoey dijo...

Excelente historia me gusta, aunque pense que la harias en 1era persona pues es la perspectiva de Tareq.

Por que no usas unas imagenes para darle un gustazo, eres dibujante aprovecha lo que la providencia te dio! :D

10:51 p. m.  
Blogger Hasfast dijo...

Bueno, no he entrado aún en la perspectiva en primera persona porque es bastante más engorrosa a nivel narrativo, y quiero además que haya un sentimiento de generalidad en las primeras etapas de la historia.

Más tarde sí que usaré el punto de vista de Tareq, y luego iré alternando entre las dos formas de ver las cosas... la omnisciente y la personal.

En cuanto a las imágenes, las iré colocando poquito a poquito... lo que pasa es que no poseo Scanner, y sólo tengo uno en el trabajo, que puedo usar sólo limitadamente. D.R.

5:39 p. m.  

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