Marinero y Capitán

"La historia de la búsqueda épica de un Marcado por comprender su pasado y sobrevivir en el presente" Parte de las Crónicas Púrpuras de Eberron

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Nombre: Hasfast
Ubicación: Caracas, Dto. Capital, Venezuela

lunes, noviembre 20, 2006

En Puerto Culebra (Primera parte)

Después de los movidos incidentes en los mares del sur, "The Concealment" finalmente arriva a las costas de Q'Barra, en el puerto más importante de esta inexplorada tierra de oportunidades: Puerto Culebra.

Una vez anclado el barco, la tripulación se lanza a tierra firme, y en su mayoría, estacionan en la taberna más cercana, para ahogar sus penas y los malos recuerdos del viaje en la cerveza y el ron... y la nada despreciable compañía femenina.

El Capitán Endrin junto con dos marineros y el propio Tareq, se dirigen hacia una firme estructura, una casa de apariencia aristocrática cerca del puerto, para hablar con los representantes de una cofradía, que debían ser los receptores del misterioso objeto que se mantenía en las bóvedas del barco.

En la cabecera de una hermosa mesa de madera oscura y pulimentada, una mujer ya entrada en años, pero atractiva y de aspecto severo se sienta, observando de manera crítica unos papeles aparentemente oficiales. Al entrar los cuatro hombres, la mujer se levanta y revela un cuerpo bien torneado, una cabellera negra y fluida, un cuello esbelto y unas manos de dedos largos y delicados; uno de ellos tiene un ornamentado anillo de oro con incrustaciones, que llama la atención de Tareq, pero no tanto como el busto poblado. -Hmmm, sus ropas son ricas, pero están un poco de más- se dice para sí mismo, al tiempo en que hace una respetuosa reverencia junto con los otros, y disimula una pícara sonrisa.

"Buenas tardes, mi señora" Dice Endrin, con un tono solapado y tembloroso que hace arrugar el rostro a la dama, y avergüenza a Tareq y a los otros marineros;

"¡Ah! Mi nombre es D'Arcy y soy la encargada de esta oficina de nuestra Cofradía. Sed tan amables de decirme en qué os puedo servir" Dice la mujer, con una voz grave y extrañamente amable pero autosuficiente, que aporta aún más atractivo a su apariencia. "Hemos venido desde las costas del norte, con una encomienda para vuestra Cofradía" prosigue el joven Capitán, un poco más seguro "Se trata de esto", y le muestra a D'Arcy la pequeña caja de madera tallada en cuyo interior permanece la rara esfera luminosa.

La dama observa el paquete por unos instantes sin el menor interés, y luego torna a hablar "Comprendo... entonces debéis ser los tripulantes de "The Concealment", ¿No es cierto?" Todos asienten "Y vos debéis ser el Capitán Jack Daniels, ¿No?" dice D'Arcy, fijándose en Endrin. Todos sienten una punzada al oir el nombre, y ante el mutismo del chico, Tareq habla de esta guisa: "No, dama mía. Este es Endrin Edeer, nuestro nuevo capitán. El barco fue atacado a unos kilómetros de acá por una fragata de los Cloudreavers y el maestro Daniels falleció en la embestida" Sus palabras no están excentas de lamento, y D'Arcy hace una mueca y luego asiente "Ya entiendo. Es una pena. Lamento vuestra pérdida. Los piratas de Lhazaar se han mantenido como un peligro constante en nuestras aguas y no pocas veces se han avistado naufragios en estas costas. Bueno, podéis retiraros con calma. La carga que tanto os ha costado será entragada a uno de nuestros miembros, para que la analice y la estudie. Seréis informados hoy mismo de los resultados" Y sin más palabras, la mujer presenta su mano. Endrin y Tareq la besan, pero cuando los otros dos lo intentan, la mujer la retira, con una mueca de asco en sus ojos índigo. Luego, abandona la sala, y los marineros salen, en dirección a la taberna.

Durante un tiempo, Tareq sólo piensa en la forma de aprovechar los pedazos de dura piel que le ha quitado a las extrañas bestias deformes de la cueva volcánica, mientras bebe una buena cerveza. Todo alrededor es algarabía, y no faltan las mujeres libertinas, una de las cuales no le aparta los ojos de encima.

Luego de alguas horas, y ya cayendo la tarde, un chico entra en la taberna con un recado, y Tareq lo recibe. "La Sra. D'Arcy os informa que podéis ya ir a recoger la carga. El joven asignado a la tarea de analizarla ha culminado, y solicita vuestra presencia." Tareq se asombra de la rapidez de la operación, que él suponía sería mucho más prolongada, y dice "Está bien, allá estaremos". Se dirige con rapidez entre el alboroto, hacia una mesa alejada, en la que Endrin está conversando muy sospechosamente con Hobson. "Capitán, podríamos hacer un viraje en este punto y luego..." las palabras del anciano se cortan al observar la presencia del semi-elfo. Edeer también lo nota "¿Necesitas algo, Tareq?" Con un momentáneo brillo de suspicacia en sus verdes ojos, Tareq habla de esta forma "Señor, un chico a venido por orden de D'Arcy, a informarnos que ya podemos ir por la carga." La sorpresa también parece iluminar las facciones del Capitán, pero sólo por unos instantes "Ya veo. Entonces debemos ir" Y se levanta, dejando a Hobson en la mesa.

Al llegar a las oficinas de la Cofradía, D'Arcy está hablando con un joven de mediana estatura, de complexión algo débil, y de mirada inquieta y acuosa, vestido con unas largas túnicas de paño ornamentadas con pedrería de alguna índole. La mujer se vuelve hacia ellos "Excelente. Habéis sido puntuales. El joven es un aprendiz del mago Melkíades de Aundair. Ha concluido su estudio del artefacto que habéis traido" Endrin se nota nervioso, y pregunta casi con un grito femenino "¿Y bien? ¿Qué podéis decirnos?". El joven observa de manera alienada a Edeer, como si no supiese de qué habla, pero luego cobra conciencia "Pues no puedo deciros nada. No he logrado poder desentrañar nada concreto acerca de este artefacto... claro que tampoco cuento aquí con los elementos necesarios para un estudio exhaustivo... quizá deseen dejarlo..." Pero D'Arcy levanta la mano interrumpiéndolo perentoriamente "Nada de eso. El objeto no tiene ningún valor para nosotros, pero os recomendaría que no os lo quedéis. Conseguid a algún pordiosero, algún agente de la mala vida, alguien ajeno a vosotros, que lo cuide" Tareq no reprime una exclamación de estupor y molestia "Hemos navegado con esta cosa por cuatro largos meses, y muchos de los nuestros perecieron durante el viaje. ¿Cómo puede ser que no tenga valor alguno?" D'Arcy lo observa, casi con lástima "Podéis quedároslo, podéis darlo a alguien más... podéis hacer lo que queráis, pero no nos lo dejaréis a nosotros. No tiene ninguna utilidad para nuestra Cofradía" El joven mago se vuelve hacia ella de manera suplicante, y luego fija la vista en la pequeña caja en la cual se encuentra el objeto, hecho que a Tareq no le pasa desapercibido, ni le extraña "Comprendo. Entonces quizá sea justo que nos lo quedemos. Yo mismo me haré responsable de su cuidado" dice. Endrin parece soltar un suspiro de alivio ante tal declaración, pero no dice nada más que una corta despedida a la dama. Tareq le hace una reverencia, y clava su vista por unos instantes en el aprendiz, quien retira los ojos de inmediato.

Depués de este episodio, vuelven a la taberna, en donde encuentran a Ishtah rayando los lindes de la borrachera, y a Marah un poco apartada, incapaz, al parecer, de soportar el ambiente que la rodea. ¿Quiénes eran esas dos mujeres que habían aparecido como de la nada? ¿Cuáles eran sus verdaderas intenciones? Hace algún tiempo que Tareq estudiaba estas cosas, y sabe bien que ambas le tienen algún aprecio, aunque Ishtah, la salvaje, es más bien abiertamente amigable... quizá demasiado.


Blackseed también es un misterio... se muestra franca y naturalmente ignorante de todo lo que lo rodea, pero es un poderoso rival contra los enemigos, y su capacidad de experimentar emociones le permite a Tareq controlarlo un poco, con el cuento de que la "Guardia" podría venir a buscarlo y desmantelarlo.

Continuará...

2 Comentarios:

Blogger Hasfast dijo...

Notarán que la narrativa cambió mucho en esta etapa. En los primeros posts me dediqué a hacer un recuento de hechos, relativamente detallado. Aquí soy más concreto con lo que sucede, y presento de manera más clara el punto de vista de Tareq. Es éste el estilo de narración que usaré de ahora en adelante, lo cual, claro está, me tomará más tiempo, pero podrá dar más datos de los que se sintetizan en las Crónicas Púrpuras que, como su nombre lo indica, son crónicas, estudios de los acontecimientos a través del tiempo.

Aquí presentaré un mapa más real de la mente, los sentimientos y las experiencias del Semi-Elfo con la Marca de la Tormenta, y cómo lo que ve, oye, percibe y piensa afectan las relaciones con su entorno en la historia. Aquí se dirá info que ni siquiera el master, Luis Fernández, conoce, jejeje. Espero que él también tome notas. D.R.

6:21 p. m.  
Blogger Luisjoey dijo...

"Mientras disfruto de un Nestea y me relajo en mi silla leo con detalle los escritos sobre los pensamientos y discusiones que ha tenido tareq en su travesia por el mar de la serpiente"

Esta muy buena el sistema de narracion, ciertamente se enfoca en otro tipos de detalles muy diferentes a los de las cronicas que son mas de historias y hechos! Muy buen complemento para el setting, para hablar con mas propiedad requiere un toque mayor de inmersion en el setting, aunque ciertamente el personaje es ignorante y se debe tener especial atencion a como interpreta muchas cosas de saber local.

Espero alcanze las cronicas purpura, o por lo menos que se ponga mas al dia.

Keep Doing :D

6:46 p. m.  

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